Ahora siente paz . Estuvo nueve años en un hogar y nadie la adoptaba, pero una jueza aceptó el deseo de la adolescente de vivir en una comunidad wichiPor Silvina Vitale
Se levanta con el sonido de los pájaros y le encanta hacer pulseras que teje con la minuciosa técnica ancestral del chaguar que aprendió cuando era pequeña. Le gusta leer y jugar con otros chicos. En poco más de un año, la vida cambió completamente para esta joven de 14 años que había sido institucionalizada cuando era muy chica.